(Noticia de prensa de 1974)
Ha muerto don Tomás
Un practicante heroico en el servicio sanitario.
Tomás Urien Torre, practicante titular de Navaluenga, gran profesional, un hombre bueno y amigo de todos, ha fallecido el día ocho cuando ya estaba próximo a la jubilación, que le hubiera permitido disfrutar junto a su familia de un merecido descanso.
Vivió sus años infantiles en Bilbao, que debieron ejercer una gran influencia en su vida, pues aunque nació en Madrid, se consideraba vasco por los cuatro costados.
Hijo de una familia modesta, estudió la carrera con los medios económicos que le proporcionaba un trabajo duro y esforzado que tenía que realizar durante diez horas diariamente.
Sin antecedentes familiares conocidos en la profesión, sentía una profunda vocación sanitaria. Sus primeros trabajos como practicante los realizó en el hospital de Basurto de la capital vizcaína, pero después se trasladó a una zona agreste y dura de la provincia de Ávila, trabajando en condiciones penosísimas y donde se entregó generosamente a los demás, recibiendo por ello una retribución económica tan exigua que apenas le permitía atender sus necesidades más perentorias.
Empleó sus conocimientos, que eran muchos, y sus energías juveniles, entonces ****, en atender a sus enfermos sin descanso, teniendo que caminar muchas veces, a cualquier hora del día o de la noche, por terrenos impracticables o por caminos solitarios cubiertos de nieve o de hielo.
Hace ya muchos años que residía en Navaluenga donde se granjeó la simpatía y la amistad de sus vecinos por su celo en el trabajo y por su carácter agradable y bondadoso.
Poseía una acusada personalidad, que tal vez, conocíamos mejor sus amigos y compañeros en el quehacer sanitario, para los que constituía una persona entrañable.
Correspondiendo a sus merecimientos, el pueblo en masa acudió a su sepelio y todos le hemos pedido al Señor que le acoja en su eterna Gloria.
José Luis Urreiztieta
(Don Tomás fue mi abuelo paterno. Mi otro abuelo, Agustín, cumple 90 años dentro de 3 días.)